El conflicto internacional que desgastó la monarquía hispánica fue la Guerra de los Treinta Años.
A inicios del siglo XVII, España comprendía una gran parte del territorio europeo y se consideraba una de las potencias más grandes de Europa.
Esta guerra fue un conflicto entre católicos y protestantes. Fue causada por motivos: políticos, religiosos y territoriales. La batalla tuvo lugar entre 1618 y 1648 y finalizó con el tratado de Westfália, donde la monarquía hispánica fue reducida y desgastada.
Pero Francia vio una gran oportunidad en esta debilidad española. Así que la guerra entre franceses y españoles continuó hasta que se firmó el tratado de los Pirineos. Debido a toda esta movida, España perdió el estatus de gran potencia continental.
